Cuando llegó la noticia que corrió de boca en boca, todo el que la escuchaba decía, cállate con esa cosa. Piensa bien lo que tú dices, como tu vas a decir que mataron a Felipe.
Y a partir de ese momento todo era desespero y en la clínica yacía el cuerpo de un hombre bueno, que la delincuencia amparada en siete mentes malditas, habían hecho emboscada en medio de la autopista.
Ahora nosotros esperamos que nos llegue la noticia, que agarraron los malhechores y que se va hacer justicia; para tranquilizar un poco, estos pobres corazones que sienten algo de alivio si agarran esos ladrones.
Cuando Felipe calló esa sangre que manó y que corría en el suelo, la delincuencia ignoró que era un hombre bueno, a ellos los espera el fuego, a Felipe lo espera Dios, en lo ancho de los cielos.
Se hizo una caminata y se prendieron velones, para pedir a las autoridades que agarren esos ladrones.
Queremos que en la justicia, hagan todo el esfuerzo y así el poder se asume, se detienen los malhechores y el caso no queda impune.
Con la acción de estos delincuentes que yo llamo desalmados muchas gentes quedaron huérfanos y otros desamparados. ¿Que será de hoy pa’lante? eso nadie lo sabe; que será de aquellos pobres, que esperaban una funda en todas las navidades.
Autor: Ramón Jerez Tavares
Y a partir de ese momento todo era desespero y en la clínica yacía el cuerpo de un hombre bueno, que la delincuencia amparada en siete mentes malditas, habían hecho emboscada en medio de la autopista.
Ahora nosotros esperamos que nos llegue la noticia, que agarraron los malhechores y que se va hacer justicia; para tranquilizar un poco, estos pobres corazones que sienten algo de alivio si agarran esos ladrones.
Cuando Felipe calló esa sangre que manó y que corría en el suelo, la delincuencia ignoró que era un hombre bueno, a ellos los espera el fuego, a Felipe lo espera Dios, en lo ancho de los cielos.
Se hizo una caminata y se prendieron velones, para pedir a las autoridades que agarren esos ladrones.
Queremos que en la justicia, hagan todo el esfuerzo y así el poder se asume, se detienen los malhechores y el caso no queda impune.
Con la acción de estos delincuentes que yo llamo desalmados muchas gentes quedaron huérfanos y otros desamparados. ¿Que será de hoy pa’lante? eso nadie lo sabe; que será de aquellos pobres, que esperaban una funda en todas las navidades.
Autor: Ramón Jerez Tavares
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